domingo, 13 de mayo de 2012

El ''carpe diem'' dylaniano.

Hoy me apetece hablarle al mundo sobre música.
Desde muy pequeño casi siempre entraron por mis oídos la música y las letras de Andrés Calamaro. Esas me las sé casi todas de memoria. No escuchaba otra cosa hasta los doce años, cuando, en casa de un amigo, escuchamos un disco de Bob Marley. Fue como una revelación. La considero mi introducción al interés por la música. Durante ese año mis gustos musicales fueron evolucionando, y empezó a interesarme el rock, empezando por el principio, por Chuck Berry, y siguiendo descubrí al gran maestro, a Bob Dylan. Pronto me di cuenta de que era mi cantante favorito, y gasté en mis orejas la maravillosa ''Like a Rolling Stone'', y tantas otras. Llegado a ese punto (tendría yo trece años), y con Dylan de fondo, empecé a investigar y descubrí a Bruce Springsteen (a quien ya había escuchado antes), a Johnny Cash, a u2, a Simon and Garfunkel, a Dire Straits, a los Beatles, a Neil Young,  a Elvis, y a mil grupos de rock and roll. También a grupos en español y en catalán que no mencionaré aunque tengo presentes. 
Estos últimos meses estaba pasando una etapa de indiferencia musical, y no sabía qué música escuchar. Me hizo salir un poco Revólver, y después Bruce con su ''Wrecking ball'', y hace poco vimos en clase la película ''Mentes peligrosas'', en la que una profesora introduce a sus alumnos a la poesía con ''Mr Tambourine Man''. Me rescató Dylan, como hace siempre, y el viernes escuché esa canción, fijándome en la letra, y no pude evitar emocionarme leyendo los versos que copio a continuación en inglés primero y luego en castellano, y a los que yo definiría como el ''carpe diem'' dylaniano:

''Then take me disappearin' through the smoke rings of my mind,
down the foggy ruins of time, far past the frozen leaves,
the haunted, frightened trees, out to the windy beach,
far from the twisted reach of crazy sorrow.
yes, to dance beneath the diamond sky with one hand waving free,
silhouetted by the sea, circled by the circus sands,
with all memory and fate driven deep beneath the waves,
let me forget about today until tomorrow.

Después llévame desapareciendo
a través de los anillos de humo de mi mente,
pasando las neblinosas ruinas del tiempo,
más allá de las hojas congeladas,
de los embrujados, asustados árboles,
fuera, a la playa, donde sopla el viento.
Lejos del estrafalario alcance de la loca tristeza.
 A bailar bajo el cielo de diamante,
con una mano libre, agitándose
 Con el mar haciendo mi silueta, rodeado por las arenas del circo,
Con todo recuerdo
y destino llevado lejos por las olas,
Déjame olvidarme de hoy hasta mañana.''

Espero que lo disfrutéis. A mí me conquistó, y aquí estoy, escuchando ''The Freewheling'', el más puro Dylan. Por cierto, que hoy toca Springsteen en Sevilla, y el mismísimo Bob tocará en julio en Bilbao.
Con nada más que decirle al mundo. Buenas tardes.

2 comentarios:

Pablo dijo...

Dylan forever!!

Luis María Sancho dijo...

Forever! Forever Young!!!

El mejor poema del siglo

Terminé hace poco "Antología de la nueva poesía española" de José Luis Cano. Es una recopilación de poemas de autores del si...