domingo, 30 de julio de 2017

Pensamientos sobre Harry Potter


Yo confieso ante vosotros, hermanos... Siempre pensé que Harry Potter era un libro para niños. Por eso, cojí con un poco de vergüenza hace unos tres meses Harry Potter 3: El prisionero de Azkaban. Llegaba de dos fracasos contundentes: un libro de Rilke, y otro de Zweig (ambos en versión original) que me habían superado, y que dejé al cabo de unas treinta páginas. Así que me decidí por algo sencillo. Y Harry Potter me enganchó como no me esperaba. Así que después del 3, fui al primer libro, y después a los demás -excepto el 2, que no pude encontrar-. Como resultado, en dos meses leí seis de los siete libros de Harry Potter en alemán. Me metí en la historia, y la viví. Conocí a los personajes, disfruté con ellos, reflexioné con ellos,  me enfadé con ellos, me reí con ellos, me planteé sus problemas. Y adiviné, como había sido incapaz de adivinar cuando los leí hace unos diez años, una trama interna que recorre la historia, que tiene que ver solo en parte con lo que acontece, una trama de ideas que Rowling trata, de temas que aparecen, a los que Harry y yo nos enfrentamos. Descubrí que los dos grandes temas de Harry Potter son el amor y la muerte. El amor es el gran mensaje de Dumbledore -con diferencia, mi personaje favorito-: el amor es la más poderosa de las magias, mucho más poderosa que el odio, y por la cual vale la pena dar la vida. Porque por amor mueren más de uno de los personajes -los primeros de ellos Lily y James-, y, porque aman, no tienen miedo a la muerte. Descubrí, además, que por amor uno de los mejores personajes de Rowling -Snape-, encarna otro de los grandes temas: el arrepentimiento. La muerte es la otra gran cuestión. Una de las grandes frases -posiblemente prestada de otra obra- de Dumbledore, es pronunciada en el primer libro, cuando dice que "la muerte es, para el espíritu bien preparado, sólo la última gran aventura". Ese enfrentarse a la muerte está presente a lo largo de la serie, pero sobre todo en el séptimo libro, en el que Harry también se enfrenta inerme a la muerte, por salvar a los que ama, y en el quinto libro, cuando tiene que soportar la muerte de uno de sus seres más queridos. El que ama es capaz de enfrentarse a la muerte, y por eso Dumbledore lo hace sin problemas, mientras que Voldemort se convierte en un villano por su terrible miedo a ella.
Amor, muerte, arrepentimiento. Y también amistad, nobleza, el valor de los recuerdos, de la familia... Mi gran conclusión es que Harry Potter no es un libro para niños. Es una novela de detectives, de aventuras, de fantasía, de acción, de suspense y -también-, una novela de pensar.

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