jueves, 31 de enero de 2013

Un golpe de timón.


No mucho tiempo ha que anuncié un cambio en la temática de este blog. Proclamé que las entradas que versasen sobre música abandonarían este espacio, dado que pegaban poco con el resto de entradas, que iban adquiriendo un nivel de pensamiento más elevado. He reconsiderado esta decisión.
Hace poco escribí que mi objetivo al escribir en este espacio era decirle al mundo lo que pienso acerca de lo que veo. Pues bien, creo que me equivoqué. No es esa la meta que debo proponerme. Es una de mucho mayor calado, tal como esta: cambiar el mundo. Sí, cambiarlo, influir positivamente en él. Y, para eso, pretendo recordar a todo el que lea mis entradas, sea uno o sean miles, la belleza escondida en las artes, en la vida misma y en la de alguna persona loable. Dentro de esas citadas artes se encuentra la música, por lo que he decidido definitiva e irrevocablemente volver a introducirla en esta web, y desplazar otros asuntos más polémicos, tales como la política y las reflexiones sobre la sociedad misma a otro espacio, que titularé 'Politólogo en potencia'. Esto se debe al temor que me produce la identificación que podría hacerse entre mis opiniones políticas, opinables, y la búsqueda de la belleza y la verdad, que no es, en absoluto, opinable.
Me asusta el miedo a que el nuevo espacio quede abandonado. Intentaré por todos los medios informar de su existencia al mundo.
Gracias por su atención.

domingo, 27 de enero de 2013

La cuestión catalana, un cristal empañado.


Desde que, en septiembre, comenzó todo este 'tinglado', había decidido no opinar al respecto, pero creo que este es un momento adecuado para hacerlo.
En la historiografía mundial, cuando en un territorio o región ha habido alguna disputa de gran polémica, o tensión, se le ha llamado 'cuestión'. Así tenemos, por ejemplo, la 'cuestión de las Carolinas',      la 'cuestión de Oriente', y muchas más que mi memoria no alcanza a recordar.
Pues bien, parece que, próximamente tendremos que comenzar a hablar de la 'cuestión catalana', o 'de Cataluña', porque desde Barcelona están empeñados en que así sea. Lo prueba la declaración de soberanía que ayer se aprobó en el Parlament, por 85 votos a favor, 45 en contra y 2 abstenciones.
Mi opinión es, sencillamente, que Mas se equivoca, que lo que él llama la voluntad de un pueblo, no es más que la voluntad de un pueblo en un mal momento. Está demostrado que, en los momentos difíciles, las opiniones se radicalizan, y España entera, con Cataluña dentro, está pasando por una situación política muy complicada. Prueba de esta radicalización es la aparición de CUP, en la misma Cataluña, o el auge de IU en toda España, o, si ampliamos nuestro punto de mira, el auge de partidos como el nacionalsocialista en Grecia. En fin, que con el cristal empañado, la realidad se ve de otra forma, y el cristal político catalán está muy, pero que muy empañado.

domingo, 20 de enero de 2013

¿Aún existen las buenas noticias?


Hoy quiero dedicar una entrada a hablar de las noticias que vemos en telediarios y periódicos cada día.
En especial me gustaría destacar una cosa: su pesimismo. Sobre todo en su vertiente televisiva, las noticias suelen ser malas, muy malas. No es extraño escuchar en un telediario un aluvión de ''la mató de dos tiros'', ''mueren 48 conductores en las carreteras españolas este fin de semana'', ''fallece...'' y así sucesivamente. Es un hecho que a las malas noticias se les da más bombo que a las buenas, aunque no sé por qué. Lo que sí sé es que cada día pasan, seguro, miles de cosas agradables de contar y de oír, y que muchas de ellas no se cuentan.
En fin, yo no voy ni para periodista ni para hombre del tiempo, pero sí que sé que todas las personas, por el hecho de ser personas, les gusta oír historias bonitas de vez en cuando, que no terminen en suicidio, o tragedia, o cosas de estas. 

jueves, 10 de enero de 2013

¿Qué es ser feliz?


En último término, todos los hombres buscan su felicidad, aunque muchos ni siquiera se den cuenta. A veces parece que ser más feliz es poseer más, pero creo que la vida misma se encarga de desmontar esa afirmación, porque, ¿cómo será Cristiano Ronaldo en la soledad de su habitación
Lo que sí que parece claro es que, a pesar de esta búsqueda, la gente por ahí no es feliz. Quiero decir, de verdad, a pesar de todas las risas y fiestas y regalos y la madre que los parió a todos, hoy hay menos gente poseedora de dicha felicidad que nunca. Ser feliz es algo que no se puede explicar, que es necesario vivir. Eso sí que vale millones, y no el balón ese que le han dado a Messi. Ese balón no vale nada comparado con la felicidad de verdad. Ni los cuatro juntos. Pero, desgraciadamente, muchos hoy no cambiarían los balones de oro de Messi por la felicidad de verdad. De verdad... Sentir, reír, amar, llorar, sufrir, perdonar, cantar, respirar hondo y ver que no, no hay nada que oprima la boca de tu estómago. Y, sobre todo, estar enamorado. Cierto hombre dijo que vivía porque estaba enamorado, que, si no, no era vida lo que se vivía. Y sé que hablo de una persona que era verdadera y profundamente feliz. 
Enamorémonos de la vida, con sus luces y sus sombras, con sus sacrificios y sus gozos. A ser felices.

El mejor poema del siglo

Terminé hace poco "Antología de la nueva poesía española" de José Luis Cano. Es una recopilación de poemas de autores del si...