Me dio que pensar. Y no sé si será porque llevo unas seis o siete horas de filosofía entre frente y nuca en día y medio (y las que me quedan), pero decidí escribir en mi blog sobre esto.
Yo siempre he pensado que una persona dogmática es aquella que dice una afirmación y la tiene como válida sin dar ninguna razón clara para dicha validez. Pues lo he mirado en el diccionario, y, ¡tenía razón! Por una vez la RAE me avala: Inflexible, que mantiene sus opiniones como verdades inconcusas. Inconcuso: sin duda ni contradicción.
Es decir, que un dogmático dice su verdad y no la justifica con razones.
Acusan a mucha gente de dogmática hoy en día, y tiene unas connotaciones bárbaramente excluyentes en la sociedad en la que vivimos.
Por eso, y aunque hay cosas que no pueden ser explicadas con la razón, (esta frase daría para otra entrada, o para otro blog) debemos intentar justificar nuestras opiniones con razones, sin ser dogmáticos, sin decir: ''esto es así porque sí ''. Si no, nos veremos condenados a ser tratados como la persona de la que hablaba, y demostraremos nuestra falta de argumentos para defender nuestro pensamiento.
1 comentario:
Muy bueno. Los dogmáticos tienen una visión del mundo frentista, entre buenos y malos, conmigo o contra mi. Los hay de derechas y de izquierdas, aunque ambos son herederos de esa tradición judeocristiana, tan dual.
Una frase que me entristece oir en algunos amigos de buena fe:"Yo siempre he pensado lo mismo".
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