Podemos escuchar muchas cosas en el mismo día. Podemos escuchar música, ruidos, voces, palabras, gritos, tonterías, incoherencias...
Todo eso y mucho más lo podemos oír. Se llama comunicación. El problema empieza cuando la comunicación, que el ser humano ha empeñado milenios en perfeccionar, no funciona, no se utiliza. La comunicación es transmitir a una persona que escuche lo que piensas, lo que crees, lo que quieres, lo que entiendes o no entiendes. Consiste en, de cualquier forma, hacerle saber al otro algo, un mensaje, una palabra, cualquier cosa.
Hablaba de que el problema empieza cuando no funciona, cuando no escuchamos. Si no escuchamos lo que se nos quiere decir, todos los inventos que ha habido para potenciar la comunicación (el telégrafo, el teléfono, el móvil, la televisión, la radio), no sirven para nada.
Si una persona le pregunta a otra una cosa y no le deja responder, está diciéndole que, en realidad, le importa bien poco lo que le vaya a responder. Es un poco una paradoja, un sinsentido, pero pasa.
Si no escuchamos lo que nos quieren decir, no merecemos que los demás escuchen lo que nosotros decimos. ¡Escuchemos, para ser escuchados!
Este era el mensaje que le quería transmitir al mundo hoy. Hasta luego.
Por cierto recomiendo musicalmente ''Where the streets have no name'' de U2, que suena ahora mismo en este ordenador que escribe.
2 comentarios:
Si el afligido invoca al Señor,Él lo escucha.
Amunt
ole tronquet
ese era el tronco de navidad?
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