Me he propuesto compensar la escasez de escritos desde el comienzo del presente año y la que vendrá durante el verano (julio y agosto) escribiendo todo lo que pueda en el mes de junio.
He aquí que he vuelto a escribir poesía. Sí, lo sé, soy un poco inexperto y todas esas cosas. Solo tengo diecisiete años, de poetas he leído únicamente a Bécquer, a Machado y a pocos más, he decidido desterrar la rima de mis poemas, no es que tenga una obra extensa que se diga y no soy ningún Garcilaso de la vida. Pero es lo que hay, y hay que asumirlo. A escribir se aprende escribiendo, así como a leer leyendo. En fin, os dejo aquí lo último que he escrito, que espero que os guste. Hasta otra.
NO-RIMA XIX
Escucha, musa,
escucha en silencio
cómo te hablo,
en susurros,
de la belleza
de esta noche mía,
tuya, de la ciudad,
del mundo entero.
¡Calla! No eleves la voz,
no vaya a ser
que la despiertes
con tus torpezas
de su hermoso sueño
de mármol de Carrara.
Está dormida.
Así es más bella.
Te diré un secreto,
musa mía, acércate.
En el momento
en que la despiertes,
morirá y llegará el día.
Quédate conmigo
unos minutos,
y contemplemos callados
la negrura de la noche,
bella y terrible,
en la que hombres mueren
y mujeres se enamoran,
todos bajo las mismas estrellas.
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