Pues bien, en la línea de reencontrarme con la esencia del blog, que es la mencionada frases arriba (la pongo en negrita, para que quede bien clara), y retomando después del rollo que me he pegado el tema de la frase introductoria, y habiendo buscado frases célebres de filósofos, escritores, oradores, y personajes de la historia, he optado por la que preside ahora mismo esto que escribo.
Y es que, en la tarea esta de anunciar al mundo sus defectos, errores, y demás cosas, desde la lente de mi opinión, que no es, ni mucho menos, 'verbum Dei', no se puede callar uno, pues sería mancillar la verdad tanto como si estuviese mintiendo, como bien dice nuestro querido Marco Tulio.
Y bien, esto es lo que tengo que decir hoy al mundo. Si queréis saber algo más sobre el personaje que pronunció dicha cita, os pongo un enlace de otra entrada que escribí hace ya años (el blog se hace viejo), reseñando un libro sobre su vida: La columna de hierro.
En fin, con nada más que decirle al mundo.
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