Todo género literario necesita de un iniciador, de un pensamiento, de unas obras y de apoyo. Hasta el momento hay iniciador, hay pensamiento, hay unas pocas obras, y, atención, he conseguido el primer buen punto de apoyo.
Todo iniciador necesita un rodrigón, una piedra de apoyo, alguien que comparta sus ideas y busque lo mismo que él. Yo lo he encontrado. Aunque parezca mentira, una persona a la que yo no conocía de nada, va y piensa lo mismo que yo: quiere cambiar el mundo con las palabras, quiere buscar las cosas grandes en este mundo, robando la poesía a la lluvia, al mar, a las estrellas, a la noche, a las sonrisas, a las plantas, a todas esas cosas que vemos cada día, y que no por verlas todos los días dejan de tener su hermosura, su belleza, y, por tenerla, se merecen, al menos, un poema.
Y bueno, se está trabajando en un texto que sirva para fundar la Poesía Viva, para establecer las bases. Existe uno, un maravilloso discurso que habla de las cosas grandes del mundo, de lo ordinario, y de querer cambiar el mundo, empezando por lo primero: uno mismo. Pero podría ser sustituido por otra creación, más larga y de más elaboración, aunque es solo una idea, que aún no ha sido plasmada en un papel.
Bueno, lo dicho, la Poesía Viva va tomando forma, y seguirá tomándola. Relatos, poesías, cuadros, discursos, ensayos... Todo cabe. El folio está en blanco, solo falta cubrirlo de palabras. Con nada más que decirle al mundo. Un saludo.
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