Cambiar el mundo es idealista, pero no utópico. Otros lo han hecho, y ahora es más necesario que nunca, así que, ¿a qué esperáis?
Dicen que las palabras se las lleva el viento. No estoy de
acuerdo.
¿Qué
son las palabras? Son entes independientes, vivientes, capaces de provocar
reacciones en las personas que las escuchan, siempre que las escuchen, y no
simplemente las oigan.
Las
palabras pueden cambiar el mundo. Sí, pueden, porque han nacido para eso. Debo,
es mi deber de poeta, cantar, susurrar, gritar al oído del mundo las palabras
que le hagan cambiar, que hagan a las personas dejar de afanarse en cosas
vanas, y beber de la poesía, que es la vida, y de su propia vida, que es un
poema que ellos mismos escriben con sus acciones.
2 comentarios:
Extraordinario!
No te rindas.
Wilson
¿Rendirme yo?
No, gracias.
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