''Si, hoy en día, crucifico a un sacerdote en público, recibiré reconocimientos e importantes premios, pero si, en cambio, hablo bien de un cura, ¡me van a crucificar a mí!''
Con estas palabras, el director de ''La última cima'', Juan Manuel Cotelo, comienza la película que, según la crítica, es la única que habla bien de los curas.
Pablo Domínguez fue un sacerdote de la diócesis de Madrid, profesor, decano de la Universidad de san Dámaso de Madrid y doctor en Filosofía y en Teología que falleció en un accidente de montaña en el Moncayo.
Esta película habla de la vida, persona y cualidades de este presbítero, un hombre alegre, simpático, optimista, profundo, piadoso, generoso, humilde.
Juan Manuel Cotelo alega, como ya se ha dicho, que los curas y la Iglesia están en el punto de mira de la opinión pública. En teoría esta película no tendría éxito, pues es española, sobre un sacerdote, y además habla bien de él y de la Iglesia. En ella aparecen además muchos sacerdotes amigos de Pablo y varios obispos y arzobispos que le conocieron. En definitiva: un fracaso asegurado.
La casualidad es que no, que esta película está arrasando allá donde va, y que fue la película que más recaudó en España el día de su estreno, y antes de su estreno se registraron 200000 descargas del trailer de la producción.
El documental se intercala con entrevistas en las calles en las que se pregunta a los vianantes aspectos sobre los sacerdotes y con entrevistas a los familiares y amigos de Pablo Domínguez.
Nada más supe que, por fin, una pelicula hablaba bien de un sacerdote, me alegré sinceramente. Porque es tan errónea la opinión pública con respecto a ellos... También es cierto que la opinión pública de los curas es la que los medios transmiten, pues la mayoría de esa ''opinión pública'' no conoce a ningún sacerdote, o no conoce bien a ninguno.
Es una producción muy acertada, y la persona de Pablo Domínguez me ha inspirado un respeto y una alegría enorme.
Ojalá muchas más películas hablen bien de la Iglesia y de su jerarquía.
2 comentarios:
¡Claro que sí! Sin los curas, ¿dónde estaríamos ahora? Ellos son, los que por medio del "poder" que le has dado Dios, nos perdonan los pecados; son ellos los que convierten un trozo de pan en el Cuerpo de Cristo y unas gotas de vino en Su Sangre, para que le podamos recibir...
¿Por qué van contra ellos?
Muy sencillo. Simplemente la Iglesia dice la verdad al mundo y explica lo que se debe hacer para salvarse. Y a la sociedad de hoy en día no le gusta que le digan qué tiene que hacer.
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